10 febrero 2007

Entrevista a Cayo Lara, Coordinador General de IU Castilla - La Mancha

ABC

«Para que la reforma que quiere Barreda sea legal hay que subir 4 diputados como mínimo»
MARÍA JOSÉ MUÑOZ. TOLEDO.
Al PSOE y al PP les basta con tener 21.000 votos para conseguir un escaño en las Cortes regionales. A IU le cuesta muchísimo más. En las últimas elecciones, la coalición que lidera Cayo Lara obtuvo más de 33.800 votos y no tiene representación parlamentaria. Por ello, pide una reforma electoral de gran calado que posibilite que todos los votos «tengan el mismo valor electoral».
-¿Por qué cree que ni el PSOE ni el PP quieren reformar la Ley Electoral en este sentido?
-Hay una decisión política tanto del PP como del PSOE de no reformar la Ley Electoral. Las Cortes de Castilla-La Mancha son las únicas que tienen sólo dos grupos políticos en su seno. Esta región tiene 1.934.000 habitantes en el último censo y 47 escaños, mientras que Extremadura, con 1.100.000 habitantes -casi 800.000 menos que Castilla-La Mancha- tiene 65 escaños. Aquí el interés que hay es jugar al bipartidismo exclusivamente y apartar a IU.
-En estos momentos hay un vacío legal porque el actual Estatuto no regula la posibilidad de que se produzca un empate, que puede producirse en las próximas elecciones si, como quiere el presidente Barreda, se aumenta un escaño en la provincia de Guadalajara.
-Aquí estaba perfectamente reglado cómo se elegía el número de diputados en la Ley 5/1986 Electoral de Castilla-La Mancha. El artículo 16 regulaba todo con un procedimiento que se cargaron por unanimidad el PSOE, el PP e ICAM en la reforma electoral de 1998. ICAM estaba representado por José Molina, actual portavoz del PSOE en las Cortes.
-¿Fue legal la constitución del Grupo de ICAM en las Cortes sin concurrir como tal partido a las elecciones? Porque José Molina ganó su escaño por IU.
-Eso fue un manejo que se hizo en ese momento determinado. Desde el punto de vista del rigor, uno se pasa al Grupo Mixto, no puede pasar a otro sitio. Fue una decisión política que adoptó Bono con Nueva Izquierda; se produjo la crisis, la escisión de IU que todos conocemos y el reparto de Gobierno en virtud del cual Bono le dio dos consejerías. Sí, lo que llaman «el acuerdo de los 30 puestos de trabajo», que fue en definitiva lo que acordó Bono con el grupo de personas que se fueron de IU y finalmente se pasaron al PSOE.
-¿Y cómo quedó el artículo 16 de la Ley Electoral tras ese acuerdo unánime en las Cortes?
-Suprimieron todo el apartado que fijaba la fórmula de distribución de diputados en función de la población. Es algo incomprensible. Y el artículo 16 tan sólo queda con el número de diputados invariable que se elige por cada una de las provincias. En este momento no hay ley para aplicar la distribución de los escaños. Sólo se dice que se eligen 10 diputados por Albacete; 11 por Ciudad Real; 11 por Toledo, 8 por Cuenca y 7 por Guadalajara. No existe la reglamentación que debe aplicarse cuando hay modificaciones demográficas en cada una de las provincias, igual que pasa con la Ley Electoral General.
-¿Entonces en Castilla-La Mancha no existe normativa que regule la reforma electoral que quiere hacer el PSOE para subir un diputado en Guadalajara?
-No reformar la Ley Electoral ahora sería como ir a una convocatoria ilegal de elecciones, y en ese caso nosotros recurriríamos esa convocatoria.
-¿Y si se convoca reformando solamente el nuevo diputado de Guadalajara?
-También sería ilegal. Y espero que ahora mismo los juristas de la Junta de Comunidades hayan determinado que están en la ilegalidad, tanto en la situación actual como ampliando un escaño en Guadalajara. Porque ¿con qué base lo amplían si se cargaron el procedimiento en el 98? Han creado un problema muy serio.
-¿Cuándo ha caído en la cuenta IU de todo esto?
-Cuando se planteó por parte de Barreda el incremento del diputado de Guadalajara. Después de años de negarse a reformar la Ley Electoral, de repente Barreda dice que hay que hacerlo en Guadalajara porque es injusto que teniendo más habitantes, tenga menos diputados que Cuenca.
-¿Por qué cree usted que Barreda dice que hay que aumentar un diputado en Guadalajara?
-Yo creo que cuando Barreda plantea el hecho de la injusticia que supondría no aumentar un escaño en esa provincia, lo hace para reconciliarse con Guadalajara. El incendio no se ha apagado todavía.
-¿IU prevé que el PSOE va a recibir un varapalo electoral en Guadalajara por eso?
-Sí, sí. No sabemos si la gente votará a IU, si votará al PP...pero creemos que el PSOE tiene un desgaste clarísimo.
-¿Ahí podría perder Barreda las elecciones?
-Eso ya es mucho decir, pero lo cierto es que el cambio de Gobierno que hace Barreda en 2005 se produce como consecuencia del incendio de Guadalajara. No es casual que haya dos consejeras de Guadalajara en el nuevo Gobierno...porque hay un daño político serio y Barreda no es Bono. Bono tiene un tirón en un sector de la derecha más religiosa, que le da un apoyo importante, y Barreda tiene más dificultades para entrar en ese sector. Y no hay que olvidar que el PP tiene un peso político importantísimo en Castilla-La Mancha, desde el punto de vista de que gana elecciones generales y europeas en esta región.
-Y la nueva candidata del PP, María Dolores de Cospedal, ¿suma o resta votos en el marco de ese fenómeno?
-Creo que la nueva candidata del PP lo que no ha hecho ha sido meter la pata de manera alarmante, como sí hizo Suárez Illana en las últimas elecciones. Con eso se está salvando la cara porque no está creando aristas; es una chica que venía además con unas connotaciones en sus libertades individuales que hacía rechinar determinados engranajes del PP, pero sin embargo eso lo ha superado perfectamente sin dificultad; no está diciendo tonterías ni teniendo meteduras de pata...y, no cabe duda, el PP es una alternativa de Gobierno aunque nosotros no compartamos su política y filosofía general.
-El Estatuto de Autonomía tampoco contempla la disolución de las Cortes si hay empate.
-No, ni siquiera eso, con lo que nos encontraríamos la situación kafkiana de que no hay presidente de Castilla-La Mancha, pero además no hay ni siquera procedimiento para decir que las Cortes tienen que disolver y convocar nuevas elecciones. El nuevo Estatuto sí lo dice, pero no estará en vigor el 27 de mayo, día de las elecciones. En resumen, hay un vacío legal clarísimo y el PSOE está obligado -y el PP también, diga lo que diga- a hacer una reforma electoral, pero no sólo de un diputado más, que sería ilegal porque no existe prodecimiento para elegirlo.
-¿Subir dos diputados sería legal?
-Tampoco. Tienen que hacer una modificación legal que diga cuál es el mecanismo para elegir el número de escaños por cada provincia. Y luego tendrán que incrementar el número de escaños.
-¿Pero va a dar tiempo antes de las elecciones?
-No lo sé. Tienen un problema muy serio.
-En abril Barreda convocará elecciones. ¿Qué hará IU?
-Recurriríamos la convocatoria -si no se ha restituido la situación- ante la Junta Electoral, lo estamos estudiando en estos momentos. Lo que no creo es que vayan a llegar a la aberración de no modificar la ley y tirar para adelante haciendo una convocatoria ilegal, desde nuestro punto de vista.
-¿Por qué tampoco sería legal subir dos diputados?
-Si suben dos escaños y restituyen el método que se cargaron en la reforma electoral del 98, tampoco sería posible aplicarlo porque en Cuenca bajaría un diputado y eso no es legal porque el Estatuto tiene blindados los números mínimos de escaños por cada provincia.
-¿De qué forma sería legal entonces?
-Con cuatro diputados más, como mínimo. Con 51 diputados ya encajarían las cuentas: 10 de Albacete, 12 Ciudad Real, 8 Cuenca, 8 Guadalajara y 13 Toledo. Y siempre, insisto, planteando la reinstauración del procedimiento que se cargaron.
- Pero ustedes quieren ir más allá.
-La reforma que proponemos es mucho más justa y proporcional: que haya 59 escaños, el máximo que permite el Estatuto. Así nos acercamos a la justicia representativa.

09 febrero 2007

Izquierda Unida pide que se reforme la Ley Electoral y se llegue a 59 diputados

La Verdad - Albacete

Izquierda Unida exigió ayer una reforma profunda de la ley electoral antes de los próximos comicios y propuso elevar hasta 59 el número de escaños en las Cortes y calculó que le corresponderían 9 a Cuenca y a Guadalajara, 12 a Albacete, 14 a Ciudad Real y 15 a Toledo.
Así lo planteó el coordinador de IU en la provincia de Guadalajara y miembro de la Ejecutiva regional, José Luis Maximiliano, quien argumentó que la reforma debería acometerse antes de las elecciones de mayo «por lógica democrática».
Maximiliano insistió en la necesidad de que se eleve el número de diputados hasta los 59 que permite el Estatuto, fijar un mínimo por provincia de seis diputados y que el resto sean asignados en función de la población.
Por su parte, el portavoz de IU en el Ayuntamiento de Guadalajara y candidato a la Alcaldía, Jordi Badel, denunció el «ejercicio de cinismo e hipocresía tremendo» demostrado por el presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José María Barreda, al plantear una reforma electoral que sólo «mira por los intereses de su partido».

Déficit democrático
Consideró que el presidente de la comunidad tenía que ser consciente del «déficit democrático» que hay en Castilla-La Mancha por culpa de su ley electoral y criticó «el desprecio que viene haciendo el PSOE en la Región a IU», que ha solicitado en múltiples ocasiones la reforma del régimen electoral.Para el edil de IU, el presidente regional «ha demostrado que no es un estadista, sino que mira por los intereses de su partido y no por el de los ciudadanos» al plantear, a pocos meses de las elecciones, una reforma puntual que sólo implicaría dar un escaño más a Guadalajara.
Criticó especialmente que el presidente ni siquiera les haya convocado para hablar sobre el Estatuto y la reforma electoral, despreciando la voluntad de 33.000 ciudadanos, los votantes de esta formación en la Región.

05 febrero 2007

Editorial. Truco o trato

ABC

EL Gobierno de Castilla-La Mancha puede cometer una chapuza o una trampa. O, en el peor de los casos, ambas cosas. La chapuza consistiría en reformar la ley electoral a menos de cuatro meses de los comicios -lo cual no tiene precedentes en España- añadiendo un diputado en Guadalajara para dar remedio al disparate de que en esa provincia se elige un diputado menos que en Cuenca a pesar de tener ya más población. Pero queriendo solucionar un entuerto se abriría la puerta a otro aún mayor, pues sería en ese caso posible que, en un sistema bipartidista como el castellano-manchego, PP y PSOE terminaran empatando a 24 diputados en los comicios del próximo 27 de mayo. El propio Estatuto de Autonomía impediría en tal caso elegir presidente, pues el texto exige la mayoría absoluta en primer lugar, la mayoría simple, en segundo, y en último término, mayor número de escaños para que un partido acceda al Gobierno. Una crisis política e institucional también sin precedentes.
Esa sería la chapuza. Y la trampa consistiría en que, pretendiendo evitar el empate, Barreda optara por subir, aparte del de Guadalajara, otro diputado también en la provincia de Toledo. Ello beneficiaría indudablemente a los socialistas, pues se asegurarían, en el peor de los casos, empatar en dos de las circunscripciones que mejores resultados suelen reportar al PP. Incluso podría suceder que el PSOE se alzase con la presidencia con menor número de votos que los populares. Sólo subiendo, no uno, sino dos diputados exclusivamente en Guadalajara se conseguiría antes de las elecciones poner fin a esta situación sin peligro al empate y sin causar perjuicio a los intereses de ninguna formación política. Y después del 27-M, ya habría tiempo para consensuar una reforma más profunda y más estable.
El plazo se termina, pero aún le queda al presidente castellano-manchego la opción del trato. A no ser que lo que prefiera sea el truco, la trampa y la chapuza. Sería lamentable, pues lo que está en juego es nada menos que la limpieza electoral. Cualquier atisbo de sospecha y de confusión sobre el proceso causaría un daño irreparable a las instituciones.